Hace algún tiempo que tenía ganas de escribir un poco sobre el paseo que realice la semana santa pasada, pues en 2 días alcance a recorrer bastantes lugares que merecen la pena ser visitados por todos. Se trata del eje cafetero, un lugar que tiene tanto para hacer y por conocer que un artículo simplemente se queda corto.
Ubicado en el departamento del Quindío, el eje cafetero es una zona del país que ha tomado un gran impulso turístico en las últimas décadas, gracias a iniciativas para crear atractivos turísticos como el Parque del Café, Panaca, El Jardín Botánico, Salento, el valle de Cocora y miles de atracciones más que podemos visitar muy fácilmente por que se encuentran a muy poca distancia entre ellas.
El Jardín Botánico
En esta ocasión salimos de Cali, en Carro rumbo al Quindío, y como siempre gracias a la infaltable guía de Google Maps, no perdí mi rumbo. En unas 4 horas estábamos ya entrando al departamento del Quindío y rumbo a nuestro primer destino, el Jardín Botánico que se encuentra a escasos 10 minutos de Calarcá. Este es un parque natural conocido principalmente por su enorme mariposario que alberga especies de mariposas de la región que puedes ver volar libres a tu alrededor. El recorrido de este parque es un sendero guiado de unas 2 horas aproximadamente, donde se pueden observar la flora y la fauna nativa de la zona. Es un paseo ecológico muy agradable que se puede hacer en familia. Una de las cosas que más me gusto de este parque fue la sección de plantas carnívoras, siempre las había visto en fotos pero nunca en vivo y en directo, y a pesar de ser mucho más pequeñas de lo que me imagine, son bien interesantes.
Hoteles en el eje cafetero
Para pasar la noche el Quindío ofrece una enorme variedad de hoteles, y fincas hotel donde uno puede quedarse unos días, o simplemente pasar la noche y seguir el camino. Como nuestro objetivo era el de seguir el recorrido nos quedamos en un pequeño pero muy agradable hotel en Circacia donde se puede pagar una noche para 4 personas por unos 130.000 pesos, lo que viene a hacer como 72 dólares aproximadamente al cambio.
Igualmente en otra de mis estadías previas en el eje cafetero, me quede en una finca hotel (las bailarinas) la cual ofrece varios atractivos como unos lagos de peces que incluso pasan por el suelo de tu habitación, así como piscinas toboganes de río y canopi, aquí me pude alojar en una habitación doble por una noche a un precio aproximado de 120.000 pesos o su equivalente aproximado de 65 dolares. Hoteles como este, son algunas de las alternativas muy accesibles y cómodas que se pueden encontrar en el Quindio.
El parque del Café
Luego de pasar una noche muy agradable y con un clima muy fresco, nos dirigimos a la atracción principal que motivo nuestro paseo. El parque del Café, el cual viene a ser la versión Colombiana de un Disneylandia (guardando las proporciones claro). Este hermoso parque es un homenaje al Café en todas sus formas. En el recorrido que dura prácticamente todo el día, puedes seguir todo el proceso de cultivo y procesado del café, también hay museos para conocer la región y su cultura. Luego que se recorre el proceso del café, se llega a un pueblo paisa en pequeño, que recrea los lugares típicos de los pueblos de antaño, como la plaza principal, la iglesia, la estación de tren y demás. Aquí hay entretención para todos pues tenemos un pequeño parque de atracciones mecánicas con montaña rusa, cabalgata, plazoletas de comida y muchos otros juegos para divertirse (mi favorito fue los rápidos, una atracción en la que uno se monta en un bote por un rio artificial y te mojas entero mientras recorres los rápidos). El parque del Café definitivamente es una visita obligada del eje cafetero, y te va a dejar molido pues caminas todo el día conociendo cada cosa que tiene para ofrecer.
Salento
Para terminar la tarde un sitio recomendadicimo, al que nos dirigimos nosotros, fue a Salento, un pequeño pueblo que está a la entrada del valle del Cocora y se caracteriza entre otras por tener un espectacular mirador del valle. Al llegar al pueblo puedes cenar en los restaurantes locales, que ofrecen la trucha arcoíris un plato típico del sitio debido a los criaderos de truchas que hay cerca. Luego el mirador, al que se llega subiendo una enorme escalera (que sirve para bajar el almuerzo) es un lugar tanto majestuoso como romántico, donde se puede pasar un agradable momento contemplando el valle del Cocora, lugar donde habita el árbol nacional de Colombia, la palma de cera.
El segundo gran atractivo de Salento, es las artesanías. Pocos pueblos en Colombia (porque cosco varios así) tienen tanta variedad de tiendas de artesanías, donde se pueden conseguir regaros, recuerdos y toda clase de objetos para llevar a casa. Aquí debes aprender a utilizar el arte del regateo, pues los precios de las cosas no están marcados, debes negociar con el vendedor hasta lograr el mejor precio posible y en verdad es necesario hacerlo pues al turista promedio se le cobra caro siempre. Estando uno en Salento puede aprovechar y visitar el valle de Cocora, donde hay excursiones y cabalgatas que te adentran al valle. Lástima que en esta ocasión no nos alcanzo el tiempo pero me gustaría hacer este recorrido en otra ocasión.
Luego de haber realizado este corto pero muy completo recorrido del eje cafetero, nos regresamos a Cali muy contentos y con ganas de regresar a seguir conociendo el Quindío. Pues entre otras cosas me gustaría regresar para hacer balsaje en el río la vieja, montar en Canopi (que monte hace unos años atrás y me encanto) y visitar las haciendas cafeteras de los parientes lejanos.