San Cipriano
La semana pasada fue de mucha tecnología en Cali gracias al Campus Party, por lo que quise cambiar la tónica un poco, y hablar de uno de los destinos eco-turísticos del Valle que más me gusta. Se trata de San Cipriano.
Ubicado a una media hora de la ciudad portuaria Buenaventura, este pequeño pueblito, se encuentra en la mitad de la selva tropical pacifica. San Cipriano es reconocido localmente como un destino turístico y una reserva natural, caracterizado por la belleza exótica del río que lo recorre. Un río cristalino como ninguno en Colombia y me atrevería a decir que como pocos en el mundo. San Cipriano es tan virgen y conservado, que no es posible llegar a él en carro, es por ello que su única vía de acceso son las ferrovías del ferrocarril de Buenaventura, el cual actualmente es mayormente utilizado exclusivamente para trasportar cargas desde y hacia buenaventura.
Las brujitas
De aquí que nazca otro de los atractivos adicionales de San Cipriano, y es que si tu quieres llegar al pueblo, te debes montar obligatoriamente en “las brujitas”. Las brujitas son carros de balineras artesanales impulsados por motos, los cuales se pegan de manera no autorizada a las vías del tren y trasportan a los visitantes desde Cordoba hacia San Cipriano. Cordoba es el pueblo donde los visitantes llegan cuando vienen por la vía a Buenaventura, y si tú has llegado en carro a Cordoba, debes saber que hasta allí llegas en él, y lo debes dejar en un parqueadero, y seguir tu camino hacia San Cipriano selva a dentro en las brujitas.
Este paseo definitivamente no es para todos los gustos, debes tener alma de mochilero y gustarte el eco-turismo, pues en san Cipriano no vas a hallar lujos, solo muchas belleza natural. El paseo en las brujitas es por sí solo toda una aventura y en mi opinión, lo que hace que San Cipriano sea tan especial y se conserve aun tan virgen pues no todo el mundo se le mide a viajar en estos peculiares carritos.
Cuando uno llega a Cordoba, luego de solucionar el asunto de donde dejar el carro (yo personalmente las veces que he ido he arreglado con los residentes locales para dejarlo en el parqueadero de la casa de alguien), sigues hacia las vías del tren, donde te vas a encontrar con la cooperativa de los trabajadores de las brujitas. Aquí no hay mucho que decir, si vas con la cooperativa, pagas tu tiquete en el quiosco (el precio ronda los 7.000 pesos por los 2 viajes), acuerdas con la persona que te vende el pasaje el día y la hora en que te vas a regresar para que tu sepas cuando debes estar listo para que te recojan (pues si no te aprendes este dato, te puedes estar quedando en San Cipriano sin trasporte de regreso). Por otro lado, si eres de aquellos que les gusta negociar y regatear, puedes dirigiste hacia los mismos conductores de las brujitas y pactar con ellos directamente una tarifa (que puede resultar más económica según tus habilidades de negociador, pero yo te recomiendo que mejor uses las taquillas si no quieres luego sorpresas).
Una vez tienes solucionado el tema del trasporte, a montar en la brujita se dijo. Y como se puede observar en las imágenes, no hay mucha seguridad (o ninguna en absoluto), es solo el carro de balineras, un asiento en la mitad, y una moto anclada en el otro extremo. Así que, agárrate de donde puedas y disfruta del paseo (o sufre, según el caso). El trayecto es relativamente corto, son unos 15 a 20 minutos en la brujita según la velocidad de la moto y el numero de brujitas que estén en ese momento circulando.
Aqui dejo dos pequeños videos que tomé para que se hagan una idea de como es la experiencia:
El pueblo
Ya en san Cipriano, uno se encuentra con que el pueblo es verdaderamente pequeño, y consta de unas pocas casas y hostales construidos a la ribera del río y más al fondo varios restaurantes y al menos 2 discotecas pequeñas. Básicamente el objetivo del pueblo es brindar hospedaje y comida a los visitantes por lo que si tú vas a quedarte al menos una noche, lo primero que debes hacer es asegurar tu estadía buscando un hostal. Muchos visitantes son mochileros y traen sus propias carpas así que algunas de las casas ofrecen el servicio de camping bajo techo (y es una muy buena idea porque, por ser selva tropical, a veces en San Cipriano llueve sin piedad por horas, por lo cual tener un buen techo es fundamental para dormir bien.
El río San Cipriano
Luego que tengas solucionado lo del hospedaje (si te vas a quedar claro), puedes dedicarte a disfrutar del río San Cipriano. Para ello, existe un sendero natural que recorre la ribera del río por una distancia de no menos de 2 kilómetros a través de la cual vas a ir encontrando una serie de entradas seleccionadas al río denominadas charcos. Los charcos son lugares que los lugareños han encontrado apropiados para los bañistas por formar piscinas naturales, y es que es aquí donde el río san Cipriano se distingue sobre cualquier río que yo hubiese visto antes, pues sus piscinas naturales puede tener varios metros de profundidad (la que más tiene se llama charco oscuro con una profundidad máxima de 15 metros), donde los bañistas no solo pueden nadar a sus anchas, sino también hacer clavados desde algunos sitios altos que se hallan en cada uno de los charcos.
No es raro ver a los visitantes usando aletas e instrumentos de buceo para sumergirse en las piscinas naturales del río San Cipriano, incluso en una de las veces que fui, me topé con unos señores que habían llevado tanques de oxígeno para hacer buceo en el río, lo cual hubiese parecido descabellado en cualquier otro río, pero totalmente posible aquí.
Algo que yo disfruto particularmente en San Cipriano, es el alquilar un neumático (de los de los carros o camiones) y caminar por el sendero hasta el último de los charcos, y desde allí montarme en el neumático y flotar río abajo hasta el pueblo. Algo que es muy divertido es que entre charco y charco el río tiene algunos rápidos, así que agárrate fuerte del neumático.
Debo decir que las aguas del río san Cipriano, son cristalinas y trasparentes como pocos ríos he visto en mi vida. La sensación de pureza y frescura es única. Este es un río que te hace pensar lo hermosa que es la naturaleza, y lo importante que es cuidar de ella para que nuestros hijos puedan disfrutar de lugares como este en el futuro.
Otra de las atracciones de San Cipriano, es un recorrido guiado por la selva, donde un nativo lleva a tu grupo de amigos a una locación interna de la selva donde se halla un río más pequeño pero que cuenta con una cascada y piscina natural. Es una sensación única sentirse en medio de la nada, rodeado de tanta selva, dándote la oportunidad de desintoxicarte de tanta tecnología que nos consume a diario.
La comida
En cuanto a la alimentación, definitivamente si a ti te gusta el pescado, estas en el paraíso, pues los restaurantes del pueblo están especializados claro está, en los pescados de rio que se pescan localmente y en los pescados de mar que se traen desde Buenaventura. Es posible en todo caso encontrar comida tradicional (para los que no gusten del pescado) pero debido a la dificultad de acceso al pueblo deberás pagar un precio más alto.
En las visitas que he realizado a San Cipriano, he tenido la oportunidad también de probar los panes de la única panadería del pueblo y debo decir que son espectaculares (como bien se sabe en Colombia, las mejores panaderías son las de los pueblos) y la de San Cipriano es reconocida por hacer tortas de Coco, de naranja y mis favoritas, las tortas de chontaduro, las cuales deberías probar obligatoriamente por que no hay forma de que yo pueda describir en palabras su sabor.
En resumen
En conclusión, san Cipriano es un paseo alternativo, muy económico, pero muy mochilero, para aquellos que quieren conectarse con la naturaleza y vivir una experiencia diferente, viajando en las brujitas y bañándose en uno de los ríos más puros y profundos que se puedan encontrar en el país. Así que prepara tu insecticida, tus mochilas y embárcate a una aventura para san Cipriano.