El cubo Rubik además de ser un puzzle favorito para chicos y grandes (y el logo de este blog), es usado ampliamente en el mundo de la informática y la robótica como un reto sobre quien logra desarrollar el dispositivo más rápido para resolverlos.
Ya en 2016 pensábamos que habíamos alcanzado un hito en el mundo de la velocidad de resolución de cubos Rubik con Sob1, un robot del cual hablamos en su momento, el cual tenía el asombroso récord de 0.637 segundos para resolver un cubo Rubik de tamaño estándar. No obstante, un equipo de ingenieros del MIT encabezados por el estudiante de robótica Ben Katz y el desarrollador de software Jared Di Carlo han logrado lo que parecía imposible, romper el récord de Sob1 y no solo eso, reducirlo a la mitad.
El robot que destronó a Sob1 logrando los asombrosos 0.38 segundos
El dispositivo creado por estos ingenieros, y al cual no le han dado oficialmente un nombre ni lo han registrado en los Guinness World Records, ha sido capaz de llevar la velocidad de resolución de cubos Rubik a un nuevo límite de 0.38 segundos, lo que es casi la mitad del tiempo que había logrado Sob1.
Si tomamos en cuenta que Patrick Ponce, el humano que sostiene el actual Guinness Record por resolver un cubo Rubik en 4.69 segundos en 2017, la sorprenderte maquina desarrollada por este grupo de ingenieros hace que pensemos que no se puede ir más rápido. De hecho, en esa fracción de segundo que le toma al robot para resolver el cubo Rubik ocurren un montón de cosas como lo explica Jared Di Carlo en su blog.
“Nuestro tiempo de resolución de 0,38 segundos incluye la adquisición de la imagen desde la cámara web, la detección de colores, la búsqueda de una solución y, en realidad, la rotación de las caras del cubo”.
Aparentemente este dispositivo además de ser capaz de resolver cubos Rubik a una tremenda velocidad (la cual podría incluso ser mejorada según sus creadores), también es una maquina asesina de cubos Rubik, pues los límites físicos de los mecanismos de los cubos son puestos al límite al tal punto, que muchas veces terminan por destruirse.
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