Purdue Pharma, la farmacéutica detrás del OxyContin la potente droga contra el dolor, y que tiene a Estados Unidos desde hace años sumido en una terrible crisis de los opioides, se ha declarado este fin de semana en bancarrota, como parte de un posible acuerdo que involucra a mas de 2.000 demandas en su contra.
El acuerdo, haría parte de una estrategia legal para detener nuevas demandas que se apilarían sobre las miles ya existentes en contra de Purdue, que alegan unas 400.000 muertes en el país desde 1999 por causa de la adicción al OxyContin, y el mal manejo que la compañía habría hecho sobre la venta de este analgésico prescrito.
Según reporta el Wall Street Journal, el arreglo implicaría que Purdue Pharma seria disuelta y se formaría una nueva compañía, la cual continuaría vendiendo OxyContin, para pagar en el lapso de siete años, una suma aproximada de $10 mil millones de dólares a los demandantes. De dicho pago, $3 mil millones de dólares saldrían directamente de las arcas personales de la familia Sackler, fundadora de Purdue Pharma, y con una fortuna estimada en $13 mil millones.
Si estás un poco perdido con esta noticia, Para entender un poco mejor la profundidad de la crisis de los Opioides, en Estados Unidos, te recomiendo ver el siguiente documental:
https://youtu.be/_z5ZzC7J5-s
Un paso correcto en la crisis de los opioides
Se estima que solo desde 2016 Purdue Pharma ha tenido unas ganancias de $31 mil millones con la venta del OxyContin. Este acuerdo, tiene no solo el propósito de detener el avance de la crisis de los Opioides en Norteamérica, sino también obligar a Purdue a donar recursos para ayudar a los tratamientos por adicción y sobredosis a los opioides.
Algunos demandantes y políticos que no se han querido sumar al arreglo propuesto por Purdue Pharma, buscan que sus accionistas afronten consecuencias penales y no meramente financieras por el daño causado por sus medicamentos en los últimos años.
Varios candidatos presidenciales demócratas han propuesto una legislación que trataría de responsabilizar a los ejecutivos individuales por su presunto papel al impulsar la prescripción excesiva de opioides como el OxyContin.
“Si ningún accionista termina tras las rejas, todas estas personas continuarán sintiendo que escribir un cheque es lo peor que les sucederá sin importar lo que hagan”, comentó en Twitter Keith Humphreys, experto en políticas de drogas en Stanford.
Sin embargo, al menos por ahora, Purdue Pharma y sus accionistas solo enfrentan consecuencias financieras. Esperemos que este arreglo sirva para apaciguar el avance de la crisis de los opioides en ese país.
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