El MSI G27C2 pretende introducir los beneficios de una pantalla curva y la tecnología VA en un pack económico y válido para todo tipo de jugadores. Este modelo es una de las primeras incursiones de la firma en el mercado de las pantallas, intentando así dominar todos los aspectos de una configuración de ordenador gaming. Por un precio razonable, obtienes unas tasas de refresco altas mezcladas con un rendimiento rápido que gustarán a todos los jugadores entusiastas y competitivos.
Diseño y funcionalidades
El MSI G27C2 fue lanzado originalmente junto con los ordenadores gaming de escritorio preconfigurados de la marca, por lo que no es de sorprender que su estética se base en el uso de rojos y negros. El marco es predominantemente negro mate pero adornado con acentos rojo metálico en los lugares adecuados. Este modelo cuenta con una estética limpia, pero no es simplemente un pedazo de plástico con una pantalla. La parte trasera del chasis es bastante directa, con superficie negra mate y el logo de MSI estampado en el centro. La calidad de construcción del MSI G27C2 no destila esa aura premium, pero el producto es suficientemente robusto para aguantar un uso regular durante varios años. Al probarlo no notamos ningún chirrido ni juntas indeseables, lo que pone de manifiesto que MSI ha hecho un gran trabajo al fabricar este producto.
El MSI G27C2 tiene una curvatura de 1800r para maximizar el efecto de inmersión de la pantalla, ligeramente más grande. Los jugadores y diseñadores dicen a menudo que los 1800r alcanzan el equilibrio perfecto entre buenos ángulos de visión e inmersión para mejorar la experiencia general de visionado. Francamente, los monitores de 27 pulgadas curvos parecen ser simplemente correctos, aunque los beneficios de este tipo de pantallas se magnifican y son mejores en pantallas más grandes.
Una clara desventaja del MSI G27C2 es su base, que es atractiva estéticamente, pero tiene carencias en el apartado de ergonomía. Los usuarios solo pueden inclinar el monitor, dejando sin opciones a los usuarios más altos, que no pueden ajustar la altura ni unos centímetros para tener un ángulo de vista cómodo. Los usuarios también se encuentran con su limitado mecanismo, ya que el G27C2 no es compatible con VESA, por lo que puede que necesites una base para monitores o unos cuantos libros de texto para elevar la pantalla hasta tu línea de visión ideal.
El panel inferior I/O del MSI G27C2 incluye solo tres entradas de video, sin altavoces ni ranuras USB. Los usaurios pueden elegir entre DisplayPort 1.2, HDMI 1.4 y Dual-link DVI para operar en 144Hz. Aunque este diseño carece de algunas funcionalidades que vemos normalmente en otros monitores gaming, las tres entradas de vídeo deberían ser suficientes para la mayoría de usuarios en una configuración gaming típica doméstica.
Pantalla y rendimiento
El MSI G27C2 incluye un panel VA de 27 pulgadas con resolución de 1920 x 1080, tasa de refresco de 114Hz, tiempo de respuesta de 4ms y curvatura 1800r. Los monitores curvos empiezan a maximizar sus efectos de inmersión a este tamaño, aunque recomendamos elegir al menos 32 pulgadas o un ultra-panorámico para una mejor experiencia. Este modelo también cuenta con una tasa de contraste de 3000:1 y un brillo máximo de 300cd/m2.
De fábrica, un colorímetro revelará las masivas inexactitudes tanto en color como en balance de blancos, y un volumen total de gama del 98% que no alcanza las especificaciones de MSI. El ajuste de imagen Estándar presenta un Delta E de 4,6, lo que significa colores desequilibrados y tonos fríos en la pantalla por defecto que serán perceptibles para la mayoría de usuarios. Puedes elegir el Modo Imagen, que presenta un mejor perfil de color, pero si tienes un calibrador, el MSI G27C2 parecerá un monitor totalmente diferente.
Después de jugar con los ajustes, el color Delta E del MSI G27C2 mejoró a 0,90 y el gamma se mantuvo perfecto a 2,2, lo que ayudó a dar calidez a lo que antes era una imagen demasiado fría. Este tipo de rendimiento permite al G27C2 llegar a profesionales de hasta cierto nivel o a aquellos que solo trabajen en formato sRGB.
Otro excelente aspecto del MSI G27C2 es su alto ratio de contraste, que va desde 3500:1 hasta 3700:1, lo que es brillante para los usos que se le presuponen. Juegos como Vermintide 2 y The Division brillan en este excelente monitor gaming, gracias a su increíble rendimiento en la escala de grises, negros profundos y brillante visibilidad. Este monitor es altamente compatible para títulos con elementos de RPG o historias profundas, ya que los entornos se enfatizan gracias a las propiedades de la tecnología VA.
Por supuesto, eso no significa que el MSI G27C2 sea incompatible con juegos competitivos como Overwatch o CS:GO, ya que es un monitor sensible. La borrosidad, que está altamente asociada a los paneles VA, se mantuvo bajo mínimos en nuestra prueba. Puedes disminuir todavía más estos efectos de la pantalla activando la función Over Driver del G27C2, que acelera el tiempo de respuesta de píxeles sin añadir rebasamientos.
El MSI G27C2 combina estas puntuaciones con un retardo de entrada de solo 4,2ms en operaciones a 144Hz, lo que lo hace compatible incluso para el gaming profesional. Jugar al Overwatch en este monitor fue una experiencia fantástica, debido a que el color de la pantalla y los valores de contraste son geniales para estéticas de dibujos animados, y no notamos ningún tipo de retardo. El monitor también viene con FreeSync, por lo que si tienes una tarjeta gráfica AMD y tienes que aumentar los ajustes gráficos en el juego debido a la pérdida de densidad de píxeles, todavía puedes disfrutar de efectos visuales suaves sin tirones ni rasgados.
Conclusiones sobre el MSI G27C2
El MSI G27C2 es un excelente monitor gaming si te tomas el tiempo de calibrarlo y pasas por alto sus limitaciones físicas. MSI ha mostrado definitivamente potencial con este modelo, por lo que no es sorprendente que ahora tengan nuevas y mejoradas variantes, como la serie MAG. Si haces algo de trabajo de edición o diseño de forma casual, esta puede ser una buena opción para ti.
Sin embargo, no recomendamos el MSI G27C2 para ser usado como viene de fábrica, ya que presentaba una pobre precisión la primera vez que lo probamos. El calibrado descubrió valores que podrían rivalizar con algunas pantallas profesionales del mercado, pero se consiguieron con la ayuda de un colorímetro. La rígida base, que solo admite inclinación, también es una desventaja para nosotros, aunque para ser justos, algo con una ergonomía similar suele costar 50 euros más.
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