El banco británico Natwest recientemente comenzó un piloto para probar el funcionamiento de un nuevo tipo de tarjeta debito NFC con lector de huellas digitales incorporado. Este nuevo tipo de tarjetas permite a los usuarios realizar pagos “contactless” en establecimientos comerciales, sin necesidad de introducir el PIN cuando el monto de la compra supere el mínimo autorizado para solicitar PIN, sino que la compra se podrá completar usando la huella.
En el Reino Unido y muchos otros países, los pagos sin contacto requieren que el usuario suministre su PIN en el datáfono, cuando la compra supera un monto mínimo configurado en el banco. Con este nuevo tipo de tarjetas, la compra podría realizarse solo colocando el dedo sobre el lector de huellas de la propia tarjeta cuando la misma está siendo leída por el datáfono, lo que garantiza que solo la persona con la huella registrada podrá hacer uso de la tarjeta.
La información de la huella solo es almacenada localmente en la tarjeta débito, lo que significa que el banco no tiene dicha información en sus bases de datos y por lo tanto no podría filtrarse en ataques de hackers. Esto no significa en todo caso, que esta tecnología sea infalible, pues un criminal motivado podría arreglárselas para clonar su huella, sin embargo, es un proceso mucho mas complejo que simplemente robarle su PIN con las tarjetas tradicionales.
A pesar de lo innovadora que suena esta tecnología, Gemalto, la compañía detrás del desarrollo de lar tarjetas débito con lector de huellas, lleva probando sin mucho éxito desde el 2015 la implementación de las mismas en otros bancos alrededor del mundo (algo que seguramente también vivieron las tarjetas con token embebido). Una de las causas que se atribuyen a su falta de acogida, es la necesidad de los clientes de tener que ir hasta una sucursal de su banco a reemplazar sus actuales tarjetas y realizar el proceso de registro de su huella, ya que el mismo actualmente no se puede hacer desde la casa.
Otros críticos añaden que los pagos móviles, son un mercado que ya ha ganado mucha fuerza alrededor del mundo, en el cual, el usuario puede usar su propio teléfono y el lector de huellas de este, para reemplazar por completo el uso de tarjetas débito o crédito, situación que pone en jaque a Gemalto y sus tarjetas con lector de huellas incorporado.
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