Los teclados mecánicos son definitivamente uno de los periféricos favoritos de gamers y amantes de la escritura en computadoras, por su excepcional sensación al teclear, durabilidad, y ventajas frente a los teclados tradicionales. Sin embargo, una de las posibles desventajas que tienen, es que, debido al gran recorrido de sus teclas, suelen acumular mucha mugre por debajo de las mismas, por lo cual, en esta guía, te enseñamos a hacer un adecuado mantenimiento de tu teclado mecánico, sin correr el riesgo de dañarlo en el proceso.
A pesar de lo dicho hace un momento, teclados mecánicos tienen la ventaja a la hora de hacerles mantenimiento, y es que se pueden desmontar para limpiar con relativa facilidad, que es algo que no se puede hacer con un teclado tradicional de membrana. Esto es posible porque, a diferencia de un teclado de membrana, el teclado mecánico utiliza interruptores de teclas individuales para registrar cada pulsación del teclado. Una correcta limpieza alarga su vida útil y permite mantener una performance óptima, la cual es clave para los gamers.
Paso 1: Extraer las tapas de las teclas
El primer paso para la limpieza cualquier teclado mecánico es desenchufarlo para no mezclar humedad y electricidad. Además, en el caso de un teclado mecánico RGB o un teclado mecánico con algún tipo de retroiluminación, las luces brillantes podrían ser una distracción durante la limpieza. Una vez que el teclado está sin energía, el siguiente paso es aprender a quitar y poner las tapas de las teclas. Para ello, es necesario contar con una pinza extractora de teclas para poder retirar las tapas del teclado.
Muchas marcas de teclados mecánicos como el HyperX que uso en esta guía, ya nos incluyen en la mayoría de sus modelos, este tipo de herramientas, sin embargo, si no tienes una, son muy fáciles de conseguir en tiendas de electrónica, y es mejor que uses una pinza en lugar de tus manos y uñas, para evitar dañar las tapas de las tecas al retirarlas.
Ahora respecto al proceso de retirado de las tapas de las teclas, lo recomendable es hacerlo en grupos y organizar las tapas de las teclas retiradas para poder volver a colocarlas sin tener que recordar qué tecla va en cada lugar (es buena idea tomar una foto del teclado antes de retirar las tapas, para tener una guía precisa del lugar correcto de cada tapa).
Además, es importante retirar con cuidado las teclas más grandes, como la barra espaciadora, la tecla Mayúsculas y la tecla Intro, ya que en algunos teclados éstas tienen una barra de soporte por debajo que es fácil de romper y difícil de reemplazar si las halas con fuerza al retirar, así que tomate tu tiempo y no te apresures sacando a la fuerza las teclas cuando sientas que ofrecen algo de resistencia.
Paso 2: Una vez retiradas las tapas de las teclas
Una vez que se hayan retirado las tapas de las teclas, hay que eliminar cualquier residuo suelto del propio teclado. Esto se puede hacer dando la vuelta al teclado y sacudiendo los restos, o tomando una lata de aire y soplando para eliminarlos. En mi caso he usado una pequeña brocha que venía en el kit de mantenimiento del teclado.
Para limpiar cualquier derrame que se haya producido, lo mejor es utilizar un paño de microfibra húmedo y remover el líquido. Es fundamental asegurarse de que no entre agua directamente en el teclado, ya que la mayoría de los teclados mecánicos no son resistentes al agua.
Para eso, hay que poner agua en el paño, y no directamente sobre el teclado. Si es necesario realizar una limpieza más profunda, se puede utilizar alcohol isopropílico y aplicarlo al paño, una vez más, teniendo mucho cuidado de no aplicar nunca ningún líquido directamente sobre el teclado y los interruptores de las teclas.
Después de limpiar el interior del teclado, hay que limpiar las tapas de las teclas. Si las teclas están muy sucias, también se puede utilizar una pequeña cantidad de alcohol isopropílico colocado en un paño de microfibra para limpiar cada tecla individualmente. Si no se deseas limpiar las teclas en forma individual, se pueden limpiar mientras están fijadas al teclado, pasándoles un paño de microfibra ligeramente húmedo.
Paso 3: Colocar nuevamente las tapas de las teclas al teclado
Después de asegurarse de que no quede ningún residuo líquido o humedad en el teclado, hay que darle vuelta y dejar que se seque al aire durante un tiempo prudente. Una vez que el teclado esté completamente seco, lo que sigue es volver a colocar las teclas una por una.
Si se han lavado cada una de las teclas, asegurarse de que también estén completamente secas cuando se vuelvan a colocar en el teclado. Una vez colocadas las tapas de las teclas en el teclado, es recomendable con un paño de microfibra ligeramente humedecido, limpiar las teclas una vez más.
Paso 4: Cuidado posterior
Cuando el teclado esté armado nuevamente, es buena práctica de seguridad darle vuelta una vez más y dejarlo secar durante otro tiempo de nuevo. Esto puede parecer un exceso de precaución, pero es necesario para estar completamente seguros de que no queda absolutamente ningún residuo de humedad en el teclado antes de conectarlo y hacer funcionar la electricidad a través de él. Cuanto más tiempo de secado, más segura será la posterior conexión del teclado.
Si no quieres esperar tanto tiempo, puedes alternativamente usar un secador de cabello, para eliminar la humedad rápidamente, pero trata de usarlo con el calefactor apagado para que no sople aire caliente al teclado y se corra el riesgo de averiarlo con el calor.
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